
El auge de este movimiento en Alemania, si bien se inició bastante pronto gracias al germen sembrado por algunos autores pre-románticos, tuvo en Goethe su causa fundamental. Goethe es, en efecto, el verdadero fundador del romanticismo alemán, tanto en lo literario como en lo filosófico. Paradójicamente sería también uno de los primeros en abandonar el ideal romántico; tras un viaje a Italia adoptó un estilo más clásico y mesurado.